Uf, esta sí que es buena, o al menos eso me ha parecido. Entre el 29 de septiembre y el 21 de octubre, «varias asociaciones de inmigrantes recorrerán a pie los 700 kilómetros que separan Barcelona de Madrid para protestar contra la reforma de la ley de extranjería impulsada por el gobierno español», según anunciaron los organizadores el lunes.
La marcha pretende sensibilizar a la sociedad sobre los problemas a los que se enfrentan los inmigrantes y es una medida de protesta contra la nueva Ley de Extranjería española, cuyo proyecto fue presentado por el gobierno socialista en junio, y que, entre otras medidas amplía de 40 a 60 días el plazo de retención de los indocumentados en los llamados centros de internamiento. Sigue toda la información en http://www.kaosenlared.net/noticia/marcha-igualdad-cronica-dia-1-fotos-videos-actualizacion-diaria
Hasta ahí, me encaja, más o menos. Me hago preguntas cómo ¿Servirá para algo? En Europa se lió gorda con la Directiva «de la vergüenza» y ahí está. O ¿Qué más pueden hacer? ¿Existen otras vías para luchar por los derechos de estas personas?
Pero mis dudas crecen cuando sigo leyendo y textualmente «Los distintos colectivos que participan en la marcha, mediante un manifiesto unitario cuestionaron el carácter democrático del gobierno español» que, dicho así, suena bastante fuerte. En esto de la inmigración es muy difícil contentar a nadie, no digo a todos, digo a nadie. ¿Dónde está el límite? ¿tiene que haber un límite? ¿qué tiene que hacer un gobierno cuando tiene una fuerte presión migratoria, por un lado, mientras por la otra buena parte de la opinión pública le acusa de no pensar en las necesidades de los españoles, que bastante mal están algunos también…?
Foto tomada de la web Kaosenlared
Para mí, los derechos de los humanos por encima de los derechos de los nacionales (de cualquier nación). Que se inviertan los millones que se gasta la Generalitat en informes sobre las setas silvestres. O los sueldos vitalicios de algunos políticos. O los que se han perdido de la trama Gurtel… Pero yo es que no entiendo el mundo, no digamos de cuentas, y además soy una idealista.